Introducción:
Un implante coclear es un dispositivo electrónico que convierte los sonidos y ruidos del entorno en energía eléctrica, a su vez se convierte en impulsos nerviosos que se transmiten a través del nervio auditivo a una zona del cerebro que descodifica y asigna un significado a estos impulsos, lo que da lugar a la percepción del sonido.
Explica que este tipo de implante está destinado a personas con pérdida auditiva neurosensorial bilateral de severa a profunda.
¿Cómo funciona?
Parte del funcionamiento consiste en codificar electrónicamente estas señales y enviarlas a un transmisor o bobina que se coloca en la superficie de la piel y se mantiene en su sitio mediante imanes colocados primero en el transmisor y luego en el receptor-estimulador.
Las señales moduladas por la tecnología de radiofrecuencia y recibidas por el transmisor son captadas por una antena conectada a un receptor-estimulador (que forma parte de un implante colocado quirúrgicamente detrás de la oreja), que decodifica estas señales y las envía a cada uno de los electrodos colocados en la estructura del oído interno, un nervio auditivo formado por miles de neuronas.
El implante consta de dos componentes principales: el interno (el implante) y el externo (el procesador del habla).
La historia del implante
En cuanto al desarrollo del dispositivo, se dice que el 25 de febrero de 1957, el Dr. A. Giurno implantó quirúrgicamente el primer dispositivo capaz de estimular eléctricamente el nervio auditivo dentro del oído para producir una estimulación auditiva.
El experto reconoció que ese fue el comienzo de un gran salto en el desarrollo de la tecnología de los implantes cocleares, que en la actualidad ha devuelto o mejorado la audición a más de 400.000 personas en todo el mundo.
¿El implante coclear es adecuado para todos los pacientes?
Por supuesto que no. El implante puede mejorar significativamente su calidad de vida, pero no es adecuado para todas las personas con pérdida auditiva.
Hay situaciones en las que la implantación está contraindicada, como las anomalías cocleares bilaterales o los individuos que no han desarrollado este órgano durante el desarrollo fetal.
Igualmente está contraindicado para pacientes con pérdida de la función de la vía auditiva, la pérdida de audición del sistema nervioso central, las enfermedades mentales graves y las situaciones en las que no se puede utilizar anestesia general.
Los implantes tienen requisitos muy sensibles. Sin embargo, la tecnología está mejorando constantemente para que estos implantes sean adecuados para su uso en bebés, por ejemplo.
En el caso de los niños, deben tenerse en cuenta algunos de los mismos requisitos que en el caso de los adultos, pero deben considerarse cuidadosamente.
Pregunta a tu médico o profesional sanitario sobre el tratamiento de la pérdida auditiva. Ellos pueden recomendarte una solución adecuada. Todos los productos deben utilizarse únicamente según las indicaciones de tu otorrinolaringólogo.
– Actualmente, los implantes cocleares pueden implantarse en niños de tan sólo un año de edad. Esto puede cambiar en los próximos años, ya que se utilizan en bebés.
– Recuerda que lo más importante no es oír con normalidad, sino oír con la mayor claridad posible.
– Los niños deben someterse a diversas pruebas, como exámenes de oído, nariz y garganta. También deben hacerse pruebas de audición después de una lesión. Además, deben realizarse resonancias magnéticas y/o tomografías del cerebro y del oído interno.
– Es importante que los niños reciban asesoramiento psicológico para determinar si aceptarán el implante.
Activación del implante coclear
El procedimiento de implantación consta de dos fases. La primera es el procedimiento de colocación del implante. Al cabo de unas cuatro semanas o un mes, se activa el implante.
Este es un momento especial para el paciente, porque por fin ve el mundo con otros ojos. Este día se suele denominar «el día de mi conexión» o «el día de mi descubrimiento».
